20. junio

Y adentrada en el edificio puedo ver por lo que aún es terraza quienes entran al lugar. Ellos llegan en bici, caminando en compañía de otros más y en naves.
Adentro hay una gran sala principal, ella dispone de maquina expendedora de golosinas y snaks, una gran mesa de juegos,     (un desnivel en el centro del salón separa la entraña de entretenimiento de la recepción) y allí muchos de nosotros todavía no entiende el por que de la visita.
1 -¿Chicas como llegamos a este lugar?
Entre nosotras nos llenamos de miradas que ninguna supo interpretar. De alguna manera ya estábamos dentro y no había manera de salir.
Decidimos así subir el nivel y recorrer el predio. Cruzamos una gran puerta (similar a la de entrada) que se encontraba luego de unas escaleras ubicadas junto a la máquina de dulzura. Al cruzarle otra habitación nos esperaba, pero ésta no tenía el mismo fin que la anterior. Allí todas las paredes eran grises como el suelo que pisábamos, una luz tenue destacaba un sector con una mesita vacía.
1 -Parece que no hay nadie, no se si podemos estar acá, pero ya estamos..
Ellas asintieron y decidimos seguir.
Inexplicablemente perdimos la noción de tiempo y espacio, y estábamos en lo que parecía una "nueva terraza".
1 -Ah! Estaban todos acá.
Ninguna cara conocida nos esperaba allí, parecían distraídos, fuera de sí, como si no tuvieran alma. Dimos una vuelta a la "nueva terraza". En el centro de ésta había una extensa cúpula de vidrio y todos los que podíamos divisar se reposaban en ella. A través de sus vidrios empañados podíamos ver en interior del edificio, como si de allí pudiéramos controlar lo que sucedía en el interior.
Una sirena comenzó a aturdirnos y nos desesperamos, todos corrían, parecían saber que algo malo se aproximaba. Nosotras no sabíamos ni como habíamos llegado tan lejos y la reacción espontanea nos obligó a refugiarnos en lo oscuro de un rincón apartado sin terminar.
Al reaccionar nuestros ojos encontraron una de las escenas que jamás olvidaríamos. Una represión se estaba dando y ninguna de nosotras podía hacer algo que la detuviera. ¿Como podríamos? No conocíamos el lugar, no entendíamos la situación. ¿A quién salvaríamos? No había manera de saber quién jugaba para quién y ¿Que papel tomaríamos?
No pudimos hacer más que esperar, grabando en la mente todo lo que nuestras pupilas captaba. Al cabo de una hora ya nadie gritaba y corría. Todos parecían estar adentro, encerrados pensamos. Así continuamos nuestro camino, ahora con la idea de salir de ese terrible lugar. Desconcertadas, impacientes, desconocidas...
El edificio parecía construirse a una velocidad increíble, pues al entrar hace unas 5 horas atrás solo la sala principal era  casi todo el edificio, ahora la sala principal solo era una parte que llevaba encima la cúpula, a su lado un nuevo edificio se levantaba con una nueva terraza. Una precaria escalera de fierros incrustados nos llevaría a un nuevo nivel, un nuevo refugio temporal, se terminaban los peldaños y todavía había pared, a la derecha unos 40cm. podíamos subir. Estábamos muy por encima del suelo, muy alto, cualquier mal movimiento y una de nosotras podría dejar de "estar". Logramos subir a salvo pero no nos percatamos de que una luz nos ubicaba desde abajo.. Nos habían encontrado!
Aterradas nos aferramos al suelo con la esperanza de que nos perdieran el rastro, en ese momento una máquina de unos 52 metros, que parecía ser un personaje de caricatura de la infancia, trataba de ubicarnos con los enormes faroles que llevaba en sus grandes ojos. El borde nos cubría y la máquina no nos podía ver. Así de cerca vigiló el último nivel sabiendo que en algún momento intentaríamos escapar, pero allí nos quedamos en la eterna noche, esperando, inquietas, llenas de preguntas y sin respuesta alguna, solas, con frió mental.
Las horas pasaban y nuestro organismo necesitaba refugio y alimento para seguir consciente.
El edificio parecía moverse nuevamente, las paredes comenzaron a crearse, pedazos enteros de ladrillos con cemento se empotraban en las bases del suelo para formar una nueva habitación, inexplicable pero real. Al cabo de unos minutos una cama, un refrigerador y un televisor yacían en la habitación con nosotras. Voces se acercaban a gran velocidad y nos escondimos bajo la cama y del refrigerador. Dos adultos y otros dos como nosotras entraron al lugar. Maltratos otra vez, golpes, gritos, de nada podíamos estar seguras, los muebles nos protegieron de una nueva ola de violencia. Silencio, llanto.. Otra vez pasos, esta vez adentraron al cuarto en calma, sus frágiles voces nos abrazaron, sus palabras nos alentaron. Ellos parecían cuidar de los otros.
0 -Hola, ya no tengas miedo, ¿como lograste ser invisible? Ellos encuentran a todos. 
¿Me estaba hablando?
0 -No vamos a hacerte nada pero si llegaste hasta acá sana podes seguir sola. 
Si! A mi me hablaba!
Con las pocas fuerzas que me quedaban solté un hilo de mi vos
1 -Hola.
0 -....
Un profundo silencio acaparó el ambiente, luego una cara me estaba mirando a los ojos, un rostro agradable.
Salí de mi refugio muy lentamente y pensando como podría escapar de esta si no era lo que parecía ser, un aliado, una salida.
0 -Podes quedarte. ¿Hay alguien más con vos?
No logré soltar el aire, mi mente trataba de ubicarme, pero no podía entender, no podía pensar, sentía que me asfixiaba, que me moría, y no podía distinguir más, y mis ojos comenzaron a forzar el enfoque y dejé de escuchar.. ¿estaría muerta? ¿Que pasó con ellas? No quiero irme así... voces se acercaban, cada vez más claras, gritos, otra vez ese rostro en mis narices. Volví a estar consciente.
0 -¿Estas mejor?
1 -Si. Gracias. ¿Quien sos? ¿Que es este lugar? ¿Donde están...?- Y en ese momento recordé que solo a mi me hablaron.
0 -Ellas están bien- dijo . -están en el salón principal. Todo terminó -dijo con una sonrisa-

Transcripción de sueños: Edición 1